martes, 21 de septiembre de 2010

Yo defiendo mi Alegría... ¿Y tu?

Es fácil, soy feliz, bueno eso no significa que siempre haya sido así, es solo que descubres el secreto en algún momento y ya no dejas ir la felicidad. Tampoco significa que no entristeceré en algún momento pero la diferencia está en que puedo superarlo rápidamente. Si aun quedan rastros de oscuridad, negatividad o pensamientos morbidos prefiero recordarlos como parte de la inmadurez pasada.
El optimismo debe ser una condición permanente, por eso debo afirmar que ahora soy descaradamente feliz.

Ahora te dejo con las palabras del Poeta entrañable.

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

1 comentario:

  1. Como decía otro poeta, Antonio Machado, se hace camino al andar... La alegría es más que una palabra. Cuando menos, un estilo de vida.
    Saludos desde España.

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