Ver. Un segundo para detenerse a ver de cerca el color de cada flor. Detallar el insecto que la quiere para sí.
Oír cómo se hablan el ruiseñor y el cristofue.
Oír nuevas canciones, lentas, rápidas, que digan "malas" palabras. Reales.
Oírlas sin voltear para no ver sombras, sin recordar porque ya se acabó el tiempo.
O ir.
No pienses tanto. Ve.
¿Conviertes gente en sonrisas inesperadas?
No, hay gente convertida es sonrisas inesperadas.
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