Historias envueltas en Niebla Espesa.
Cierto día de cuya fecha no puedo acordarme me encontraba en el clásico "embotellamiento de carros" en una avenida de mi ciudad, buenos amigos de lucha habían tenido la amabilidad de invitarme a ese micro viaje con destino a un lugar que bautizamos con el nombre de Tijuana. Delante de nuestro vehículo la cola se mostraba interminable, sin embargo ésto no resultó para nada karmático puesto que la alegría siempre ha sido el invitado principal en todos las travesias particulares con este particular grupo de amigos, reíamos, conversábamos, y oíamos música ultrosa, cuando de pronto vimos como un hombre joven se acercó a un carro detenido en la misma cola, abrió la puerta del conductor mientras le gritaba airadamente y conminaba al mismo a salir del carro, el agredido en cuestión no hizo esperar al aparente agresor y saltó de su carro con intención de "atender" aquel llamado, pero no lo hizo solo, en su mano izquierda se dejó ver un hermoso objeto largo y afilado, de esos que acostumbramos a llamar "objetos punzo penetrantes", el cual intentaba hábilmente guardar en la cavidad abdominal del aparente agresor, por fortuna para aquel los intentos fueron fallidos y con la misma rapidez que se originó el altercado se difuminaron agresor y agraviado.
Nosotros expectantes, empezamos a avanzar en dirección a nuestra querida Tijuana y un poco contrariados cambiamos direccionalmente el tema y cada uno comenzó a relatar vivencias pasadas donde la violencia se hacia el principal protagonista. Por supuesto usted que me lee dirá que eso que presenciamos no es nada en comparación con las actos violentos que ocurren cada día en nuestro país y el mundo entero, pues mi inocente relato obedece a lo que trataré de explicar a continuación.
Opina Eduardo Punset que "nosotros los homínidos somos mas violentos que la mayoría de los animales y que la violencia y la delincuencia es un problema hoy planetario que gobernantes y sociólogos tratan de resolver. Siempre se ha creído que la violencia era la consecuencia de actos conscientes, decididos por la inteligencia humana; creíamos que podíamos ser pacíficos o violentos de acuerdo a nuestra voluntad pero estudios como el de Adrian Raine nos dan otras perspectivas".
Raine afirma que "En la conducta delictiva y en la violencia hay una base biológica. Hay muchos factores que conforman el comportamiento de los adultos; algunos los conocemos bien como los malos tratos en la infancia, la falta de educación por parte de los padres o la pobreza... Pero las nuevas investigaciones parecen demostrar que también hay factores genéticos y biológicos que contribuyen a la conducta delictiva y violenta. Es el mal funcionamiento y la defectuosa estructura de una parte del cerebro situada justo encima de los ojos, y se esconde detrás de la frente. Esta zona se llama córtex prefrontal. Es una parte del cerebro que interviene en la regulación del comportamiento y, al mismo tiempo es la parte del cerebro que se activa a la hora de tomar decisiones complejas. Pero el córtex prefrontal también es la zona del cerebro donde se inhibe la agresividad. Si esta área del cerebro no funciona con normalidad o existen impedimentos estructurales que afectan a esa parte del cerebro, ello puede suponer una predisposición hacia la violencia y la conducta delictiva".
Por su parte la Psicóloga Belén Martinez en una entrevista concedida a Eduardo Punset enfatizó en lo siguiente: "Yo no diría que la violencia esté íntimamente relacionada con la biología, sino con el modo en que se construyeron los esquemas cuando el sujeto aún es un niño. La seguridad del niño es básica: si en esta etapa en la que se está construyendo un esquema del mundo y de sus relaciones, se maltrata al bebé o al niño, se le atiende de un modo inadecuado, abandonándolo o abusando de él, el niño aprende o desarrolla esquemas o patrones por los que el mundo se convierte en un lugar hostil, en un lugar malo, negativo, donde solamente hay dos opciones : ser victima o agresor".
Y en los laboratorios también se dan investigaciones referentes al caso, por supuesto las únicas victimas son las ratas, (¿será que se parecen mucho a nosotros?) "Las ratas agresivas y no agresivas tienen una química cerebral diferente, pero no es una característica que puedan definir desde su nacimiento. Se desarrolla a partir de interacciones con su entorno; si cambia el entorno, la rata cambia". ¿Somos, o no somos iguales?
En su libro EL ALMA ESTÁ EN EL CEREBRO, Punset analiza junto a Jonathan Pincus algunas consideraciones. Pincus precisa que: "La mayoría de los enfermos mentales no son violentos; la mayoría de los que tienen defectos neurológicos no son violentos, y la mayoría de los que han sido maltratados en la infancia no son violentos. Pero cuando estos tres factores se dan a la vez en un individuo, existe una tremenda vulnerabilidad a la violencia y resulta muy difícil que una persona pueda inhibir los impulsos violentos".
Acerca de este interesante tema el técnico del aprendizaje social Albert Bandura también aportó detalles apremiantes, basados en la influencia de algunos factores sociales como la televisión. Bandura sostiene que, "No se trata solo de la televisión o los vídeo juegos, sino de un corpus general de conductas. Nosotros hemos aprendido de los adultos. Y quienes hacen la televisión son los adultos.
Los estudios que se han realizado sobre el impacto de la televisión en los niños dice que, efectivamente influye en un modo directo: tanto en la violencia como en los valores positivos que pueda ofrecer, lo bueno y lo malo".
Sin duda alguna la violencia sigue siendo un factor en el que incidimos de forma constante, a veces de forma inconsciente, a veces somos simple espectadores, otras tantas victimas, y alguna vez de seguro fuimos victimarios. Es importante recordar que se ejerce la violencia desde diferentes ámbitos, y los estudios y consideraciones citadas anteriormente por expertos nos dan una luz sobre el por qué de algunas conductas, sin embargo quiero resaltar la importancia que otorga el conocimiento, tal vez dejaremos de juzgar oportunamente a aquellos personajes de nuestra vida que han oscurecido la suya cometiendo actos incomprensibles para la gente "normal", quizás nos sentiremos afortunados de tener un córtex prefrontal en perfectas condiciones, y a la vez respiraremos aliviados por haber tenido una infancia sana, quizás sintamos pesar de haber contribuido ayer a la deformación de algún individuo violento en el hoy. Quizás, quizás.
Por supuesto el tema es tan extenso que abarca instancia como cárceles y juzgados, sitios a donde van a parar las personas que comenten hechos violentos con consecuencias fatídicas, pero al respecto también hay innumerables investigaciones, en el espacio Cultura 3.0 David Eagleman relata diferentes casos delictivos donde la biología y el cerebro son los protagonistas estelares.
Al respecto concluye que: "Más allá de adaptar las sentencias, un sistema legal progresista informado por los estudios científicos del cerebro nos permitirá dejar de considerar la prisión como una solución válida para todo. Para hablar claro, no estoy en contra de la encarcelación, y su propósito no se limita a apartar a la gente peligrosa de las calles. La posibilidad de ir a la cárcel evita muchos delitos, y el tiempo pasado en prisión puede apartar a algunas personas de los actos criminales cuando salgan". Leer mas .
Como seres humanos no escapamos a ser propensos a vivir instantes de violencia, es nuestro cuerpo en general reaccionando a situaciones que exasperan nuestras fibras, son esos intentos de socavar la dignidad y la tranquilidad lo que nos hace levantar la voz para expresarnos de la forma que según nosotros mereció ese momento, lo importante es que sabiendo defender nuestras ideas, preferencias y conceptos tratemos en lo posible no dañarnos ni dañar a los demás.
karol wojtyla, durante su ministerio, denunció enfáticamente y de manera constante la sociedad hacia la cual nos encarrilábamos, donde reinaría la cultura de la muerte.
ResponderEliminarLamentablemente nuestra sociedad a iniciado una marcha retrógrada hacia lo que yo llamaría la "Primarización del ser" donde tantos años de evolución cívico - social, estatutos y leyes de convivencia se van al garete hundiéndonos en una jungla -ahora de concreto- donde aquel primate que logre aplicar mejor sus atributos o artificios será apto para la subsistencia. Wow maryu, a veces paso por disociado o subnormal al no estar de acuerdo con este estilo de vida que nos quieren imponer, basado en el miedo y en la muerte; gracias al menos, ya sé que somos dos... Un abrazote.
Eduardo, nos quieren imponer un estilo de vida basado en la muerte?? Jajajajaja. Bueno cada quien adquiere niveles de estupidez incomprensibles, pero es libre la elección de adquirirlos. En cuanto a Wojtyla y todos los mafiosos del opus dei y sus allegados pueden sodomizarse y autoflagelarse a la vez si gustan, sus opiniones no hacen mella en las mías, los siento pero no acostumbro a tomar en cuenta a los máximos representantes de la pederastia, que por cierto eso si deberían denunciarlo, pero no, se quedaría pelao el Vaticano y las iglesias.
ResponderEliminarDevuelto el abrazo mi máximo lector.