jueves, 17 de marzo de 2011

No me importa que el vecino se llame así, él se llamara Ramón.


Veloz, con locura intermitente... Solo descifrada por los entendidos en el asunto.
Veloz, con locura tajante solo entendida por los amorosos de oficio.
Veloz, con locura irremediable... solo tolerada por los pacientes.
Veloz, con locura sincera... Solo compartida con los sinceros.
Así se fue, veloz, con su locura intermitente el travieso Ramón.

Para Alejo... Quien bajo las sabanas ofrecía su vida a Dios para que devolviera a Ramón Velozmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Disipa aquí