Cuando me envuelves con el aire caliente mi humedad se enfría y se satura ... entonces aparece la niebla ... o la lluvia. ¿A que estábamos pensando en lo mismo?
domingo, 19 de diciembre de 2010
¡Quédate!
La tarde nublada juega a tono con el sabor de la despedida, el sabor de las lagrimas deja la certeza de la partida, nada puede devolver la sonrisa que se mantuvo por días porque simplemente hoy te tocó irte. Ahora los recuerdos revolotean juntos como en un collage fotográfico y entonces la sonrisa reaparece aunque de forma un poco fugaz, pues la realidad se sobrepone y hay que admitir que nada cambia el hecho de que perteneces a kilómetros que voy tratando de ir venciendo poco a poco. Sin embargo las palabras aportan fortaleza, y las promesas no son confiables, siempre he preferido los hechos o quizás es el escepticismo que domina mis días el que mantiene las dudas en un flote intermitente. Con tu luz lo haces posible, con tu sonrisa lo haces creíble, con tus manos le das estabilidad y equilibrio, con tu proceder lo haces inmensamente alegre. No te vayas, ¡quédate! que sin duda por ti soy mejor de lo que fui o puedo ser mejor de lo que soy.
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