lunes, 22 de noviembre de 2010

De cuentos y otros atrevimientos

Calibirri Nae Cudeido
"Jumeychi wuamonae pija liwueysi" Hace mucho tiempo los animales hacían su vida como la gente: trabajaban, cazaban, vivían en comunidad.
En un pueblo llamado Cudeido, había una gran comunidad de animales , vivía allí el jefe llamado Camale Danto y un individuo que caminaba de noche y dormía de día, a quien llamaban Cuchicuchi.
Cuchicuchi salia todas las noches a buscar frutas para comer. Una noche no consiguió frutas donde siempre las hallaba y tuvo que caminar mucho mas. Caminó y caminó hasta que encontró el Calibirri Nae, que era el árbol de todas la frutas.
Cuando regreso a dormir en la mañana su cuerpo regalaba los olores de todas las frutas, incluso de las que no se conocían. Todos los habitantes del pueblo intrigados con esos deliciosos olores, interrumpían el sueño de Cuchicuchi para preguntarle donde había comido, pero Cuchicuchi temeroso de que descubrieran su secreto y se comieran todas las sabrosas frutas mentía y decía
- Yo como siempre lo mismo que ustedes.
Así noche tras noche Cuchicuchi comía riquísimas frutas y de día sus vecinos preguntaban: ¿donde comiste Cuchicuchi? Y él daba siempre la misma respuesta.
- Yo como lo mismo, lo mismo que ustedes.
Un día todos lo habitantes de Cudeido decidieron enviar a alguien detrás de Cuchicuchi para que descubriera su secreto y enviaron a Picure Bunu pero Picure a pesar de lo ágil que era fracasó., porque le dio mucho sueño.
Decidieron enviar entonces a Opajjebu -Lapa- a quien también le gusta andar de noche. Aunque Cuchicuchi hizo miles de artimañas para burlar la persecución de Opajjebu, Opajjebu lo siguió aún cuando cruzó el Orinoco y caminó mucho más allá. Por fin llegaron a un gran arbol, el árbol era tan inmenso que sus ramas abrazaban el cielo y para mirar su tronco se necesitaban muchos días.
Lapa llevó la noticia a toda la comunidad. Cuando los habitantes del pueblo vieron el Calibirri Nae quedaron sorprendidos porque contenía toooodos los frutos del mundo, intentaron treparlo pero no pudieron, así que decidieron cortarlo. Fueron muchos los intentos. Materri, la ardilla pasó incontables días royendo el tronco, hasta que por fin lo logró.
El inmenso árbol cayó y sus frutos se regaron por todo el planeta y dicen los Jivi que Meterri la ardilla cayó aplastada contra el cerro Cunía y que allí todavía se ve su figura grabada y que ese cerro que ahora se llama Autana, fué el tronco que quedó del inmenso árbol que nos regaló en su caída, todos los alimentos. El Calibirri Nae.
Adaptación del libro Calibirri Nae Cudeido. Publicado por edit Tinta, Papel y Vida.

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