Historias envueltas en Niebla Espesa.
Cuando el corazón intenta helarse no recircula sangre sino una mezcla extravagante de aire frió entre su fase sólida y liquida. Pobre de aquel cuyo fin único sea el de desangrar la poca vitalidad que le queda de forma alterada, constante y hasta procaz. El daño intermitente causado a los demás solo expone el vacío del alma y la oscuridad del espíritu.
Es imposible ocultar la vanidad del pensamiento cuando se trata de posponer la revelación de lo acontecido. Las vidas pierden fulgor cuando cruzan dedos tras sus espaldas rogando no ser descubiertos, y es entonces que justo cuando creemos tener cual tesoro en lo profundo del mar el cofre que resguarda la certidumbre, algo emerge como rayo de luz a dejarlo todo claro, transparente y a la vista como el océano mismo. Aunque nos desgastemos buscando justificaciones basadas en conceptos que solo se hicieron para seguir solapando los engaños propios de quien tuvo a bien determinarlos, siempre estaremos expuestos de una forma u otra. Aunque intentemos acatar las distinciones de San Agustín y escojamos admitir solo cuatro de las ocho mentiras definidas por él. O tomemos la mano de Tomas De Aquino y digamos que nuestras mentiras son útiles, humorísticas o maliciosas. No, no hay justificación para ello.
De nada sirve temer, el temor se hizo para bloquear la amplitud del pensamiento. Mejor es aceptar lo que llevamos dentro, la carga completa de vivencias, de encuentros y desencuentros, contar lo servible, guardarlo en el bolsillo vacío e ir rumbo a lo construcción de lo que va a acontecer.
Aceptar que nos hemos equivocado, debemos reconocer que necesitamos una exanguino transfusión para desechar los compuestos mórbidos y nutrirnos de elementos sanadores, donadores de energía positiva, catalizadores en la lucha entre el bien y el mal.
La valentía conlleva a la optimización de los proyectos y a la concertación de los objetivos.

Una pizca de valentía y tendremos razones de sobra para mirar a las personas a la cara y aceptar que en nuestro afán de demostrar cuan humanos somos, las equivocaciones han estado precediendo algunos de nuestros actos. Nada hay mas hermoso en la vida que disfrutarla sin cargas de mentiras que puedan tornar nuestros días aciagos. Y en la amplitud del conocimiento enfrentar las consecuencias sean cuales sean, y enfrentar los hechos vengan como vengan.
¿Por donde saldrá el sol?
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