miércoles, 21 de julio de 2010

Confusión

Tarde de junio, un autobus grande que inicia un viaje hacia un supuesto resurgimiento creido por todos, grandes preguntas llenaban las maletas de cada uno, imagino tu cerebro a punto de estallar con tus miedos intrinsecos los cuales te producen nauseas por tu eterna incapacidad de expresar lo que sientes; miedo, angustia, risas forzadas por intuir un paradero inhospito, sacrificado y lejano. No te importo, aun haces creer que no te arrepientes de embarcarnos en ese viaje aburrido pero, en el fondo ambas sabemos que si, que aun lloras en la oscuridad de tu cuarto, con la almohada sobre tu cabeza para que nadie se de cuenta de que afirmativamente tu inseguridad nos arrastro a todos lejos de nuestras costumbres, lejos de lo poco familiar pero aunque poco era hermoso. No importa, ya no importa, ya lo asumimos y nos instalamos tomando esta tierra como nuestra pues no quedó otra opcion. Debemos agradecer? Si, pues de este fallo tambien aprendimos, aprendimos que quizas no era el momento adecuado, que no era el sitio correcto, que el apuro trae decepcion con su cansancio. Sin embargo aqui seguimos, contemplando q no hay cambios exteriores; los que cambiamos hemos sido nosotros de nuetra adolescencia robada a una adultez rapida e igual de sacrificada.

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